“El TDAH es una discapacidad invisible”.
Fulgencio Madrid, Presidente de FEAADAH
El entorno escolar es uno de los ámbitos en el que los alumnos permanecen durante más tiempo y donde las dificultades en el desarrollo y el aprendizaje social y académico se manifiestan con más evidencia.
Existen diversos factores que nos ayudaran a que los niños y las niñas afectados por
TDAH tengan un mayor o menor éxito durante su vida escolar.
El contacto cercano y visual constante con el profesor/a le alejará de las posibles distracciones. Es importante a la vez, rodearlo de compañeros con buenas habilidades atencionales.
Buscar sus habilidades e intereses, aquello que se le da bien y potenciarlo, pues le ayudará a reforzar su autoestima.
Crear rutinas y hábitos en la forma de iniciar las clases y durante su desarrollo a lo largo del día, que le ayudarán a adquirir seguridad y confianza. También es importante intercalar tareas menos motivadoras con otras más activas, de mayor participación. Deberemos a la vez simplificar las instrucciones de forma que sean breves y claras.
Es importante acordar unos límites y unas normas que deben estar bien visibles en el aula para fomentar un mayor autocontrol. Y sobre todo es muy importante el refuerzo positivo, en todo momento.
Les ayudaremos a gestionar sus tareas y actividades, controlando de que anoten en su agenda los deberes que deben realizar.
La coordinación entre familia y escuela para conocer en todo momento como va la evolución del niño/a y poder actuar mejor y más rápido.
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